La segunda luna se tiño de fiesta y pasión. Una noche convocante con actuaciones de Sergio Galleguillo y Abel Pintos que dejaron momentos para el recuerdo.

Marcelo Simón introdujo la segunda luna con el eje del amor en Cosquin, “amor sin fronteras”. Saludo a los amantes a los que se amaron bajo la lluvia de los fuegos artificiales que se iban suscitando sobre la plaza. A los besos que se prometen en las peñas y se ofician junto al rio. El “beso artesanal” que pensaba Benedetti.

“Esta noche es noche de amor en Cosquin”, expreso el director de Radio Nacional y dio comienzo uno de los ritmos que mas representa al amor que lo describió como la “vidala chayera”.

La introducción dejo lugar para que Sergio Galleguillo se adueñara de la fiesta. Comenzó temprano pero eficiente al fin pese a que tenía que encargarse del inicio. Apenas entono su primera estrofa puso a todos a tono para recibir la harina y la albahaca que trae el carnaval riojano.

Quince años de carrera son los que respaldan a este riojano que recorrió el país entero para ganarse un lugar más que importante en Cosquin.

Con una plaza llena Galleguillo aprovecho para interpretar una selección de zambas. Más tarde canto Del tiempo i` Mama con la que logro trasladar con su poesía a esa casita humilde que tan bien describe. La letra de esta hermosa canción refleja parte de su niñez lo que demuestra que disfruto su infancia y pese a tener cuarenta y tres años recién cumplidos sobre el escenario, significa que conserva la nostalgia y el cariño por su madre difunta.

Luego canto Niña Chay y con su cicus encendió totalmente al publico a pura sintonía chayera.

En su conferencia de prensa fue claro que no le tiembla la lengua para demostrar su enojo por los periodistas que no dicen la verdad. Ademas se lo vio afligido a la hora de opinar lo que sucede en su provincia de origen, “la rioja está dividida por lo que sucede en Famatina y es muy triste, los que tienen que hablar no han hablado y la gente se manifestó, y si la gente habla yo tengo que estar con ellos”. También dijo que estuvo muy contento de abrir la segunda luna pero que no tiene que esconder nada porque nadie le ha regalado nada, haciendo alusión a lo sucedido el año pasado y sus críticas que realizo por el horario en el cual había actuado, no siendo este de su agrado. Por último dijo que sobre el escenario a la gente hay que hacerla disfrutar con la música y no ir a decirle que tiene que hacer.

Historia y Pasión

Un relato leído y recitado con música fue el espectáculo “Pasiones” que desarrollaron en escena la dupla de Antonio Tarrago Ros y Pacho O’Donell. El artista correntino revelo que en un una reunión con su familia llego a emocionar tanto a los que lo oían que le ofreció al historiador hacer una serie de pasiones sobre la historia argentina. La muerte de Mariano Moreno, las máximas de San Martin a su hija Merceditas fueron algunos de los temas abordados. Fueron divididos en diez capítulos entre los que intentan enseñar a los más jóvenes de cada región del país, parte de la historia argentina.

Se vio a la dupla distendida charlando con los espectadores de una manera tranquila y amena, la cual bajo los decibeles del anterior artista. Así, Tarrago Ros continúo explicando que Cosquin “puede ser un lugar inconmensurable o un teatro donde miles de personas en el folklore se alinean todas las culturas de nuestra patria“.

Finalmente antes del cierre de la presentación Pacho O’ Donell definió a la obra que crearon como un “estudio antropológico musical” que enseña la pasión por la historia y los sucesos que marcaron el camino de una patria.

Efervescencia Desmesurada

Canto 4 y su estilo de encarar vocalmente su música hizo ver la plaza inmersa en una algarabía que emanaba con más ímpetu desde las primeras filas. El cuarteto salteño dejo que pensar que la consagración que lograron en el 2010 le vino muy bien a su carrera. El incesante aplauso y el pedido del público les hizo ganarse un tema más y sacar del escenario a Omar Moreno Palacios que ya estaba listo para cantar.

Por Lionel Nadir Rodríguez