El cuarteto europeo de jazz No Square, se presentó por primera vez en córdoba.
Humor irónico por parte del pianista bonaerense mientras su compañero contrabajista ajustaba los últimos detalles en el sonido de su instrumento. Un bajo suspendido en el aire por un soporte, acompañó a la presentación del Trío Fraga – Mota – Siman.
Así comenzó la calurosa noche en el Salón de Actos del Pabellón Argentina, que más que todos no podamos creerlo, la lluvia había vuelto al suelo cordobés que tanto lo necesitaba. La humedad disipada en el ambiente podría haber provocado algo en los instrumentos de madera que tan brillantes se veían, pero esto no impidió en lo más mínimo al desempeño de la noche de jazz.
El trío encabezado por Manuel Fraga, dio una aproximación a sus interpretaciones ya que su repertorio contó con unos pocos temas. Cabe destacar la simpática mirada de complicidad que establecía el director de La Escuelita tocando su batería y compartiendo junto a sus compañeros musicales una velada espléndida para disfrutar de buen jazz. Siman se dio el gusto de organizar un concierto junto al cuarteto europeo que tiene más trascendencia en Suiza, con los cuales al día siguiente llevaron a cabo una clínica para los alumnos de su instituto que más que enseñar, coloca los cimientos y el conocimiento para que el jazz siga creciendo en la ciudad mediterránea.
El pasaje por la música de Charlie Parker nos hizo olvidar que en el exterior el clima había estaba cambiando. Es así que la tormenta se hizo presente y un trueno ensordecer irrumpió en el salón actos mientras el trío argentino continuaba su presentación. Luego de aproximadamente media hora Fraga y compañía anunciaban su último tema y el previo anuncio de No Square sobre el escenario. De esta manera dieron lugar a un intervalo que antecedía la primera presentación del cuarteto europeo en córdoba.
Yannick Oppliger, encargado de los ritmos percusivos, subió en escena mientras la parte técnica retiraba el resto de los instrumentos. Contaba con una cabellera que tenía bastante volumen, su actitud apaciguada daba una sensación de paz sobre escena. Instantáneamente se dieron a conocer Guillaume Perret, en saxos, Stefan Aeby en piano y el fundador del cuarteto André Hahne en bajo. Sin mediar palabras comenzaron a tocar el tema que uno puede apreciar apenas ingresa a su sitio web.
La carta de presentación de No Square es una serie de temas instrumentales con mucho hincapié en el protagonismo que vierte su saxofonista francés.
Antes del inicio del segundo tema André Hahne le deseaba a su audiencia un buen concierto. El sonido de No Square en su segundo tema se inclinó más a la experimentación. El aire de tranquilidad sumergió a los presentes en un clima de relajación y por sobre todo en una recepción activa ya que por momentos el cuarteto sorprendía ejecutando sus instrumentos de manera no convencional, a lo que cualquier otro músico tiene acostumbrado a hacerlo frente a su audiencia. Puesto así los espectadores prestaban fuerte atención a los movimientos de los músicos y celebraban cada uno de sus solos.
Posteriormente André Hahne dio a conocer quienes son sus compañeros de gira y por sobre todo dio a conocer a sus compañeros de composición, grabación y ejecución de shows en vivo. Siendo que él es el único miembro original del grupo, el alemán tomo el papel de vocero del grupo e intentaba introducir a la audiencia a través de su símil discurso en español, atravesado por un gran acento francés.
André Hahne es el ideólogo de este cuarteto que en sus inicios comenzó con un formato de trío y con el correr del tiempo, y luego de varias invitaciones efectuadas a diversos músicos, se inclinó a formarse sólidamente con cuatro integrantes fijos.
El cuarteto europeo dejo demostrado en el Salón de Actos que promulga un sonido distinto del estático y del cuadrado, entendido en los términos de complejidad de sus composiciones e interpretaciones. La presentación de su séptimo disco, titulado Le Pendu, se presta al análisis de sonidos no tan recurrentes en el jazz al cual estamos acostumbrados a apreciar. Si bien posee tan solo ocho temas a lo largo de esta nueva placa registrada en estudio, estas nuevas canciones tienen facetas del free jazz y además también tienen esas particularidades heredadas de la música clásica y del folklore europeo.
Denotan una fuerte influencia de la música utilizada en obras de teatro. Su experimentación y libre interpretación fluctúan con los estándares de jazz que terminan siendo relegados a la hora de utilizar diversos recursos de distintos orígenes musicales.
Por Lionel Nadir Rodríguez
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